Hora en mi mundo

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San José, San José, Costa Rica
Escritor aspirante, Estudiante de inglés, Viajero en el velero de la vida

jueves, 18 de agosto de 2011

I belong here


In one of the most gorgeous sunsets I’ve seen in my life, I grabbed a baby turtle and release it to the sand, so that it could find its way to the Costa Rican Pacific. I was standing somewhere in the left extreme of a line of forty people, everyone shoulder with shoulder, holding their hopes of preservation in the shape of an animal and finally release them to continue the circle of life. A race of forty hatchlings immediately started leaving their small and barely noticeable track, some more hasty than others in responding to Mother Nature’s call. Their instinct dictated them to go forward, the roaring ocean claiming its children. Mine – I dare to call it such for the time being, in the biggest of ironies, started following the sun, not going straight as the rest, so it took it a while to meet a wave. I felt a rush of excitement when the little black spot in the sand embellished with the colors of the sunset finally disappeared under a veil of foam, salt, and water. “This is kinda the day it’s been” my Canadian group says. This is the description of my last afternoon of work at Junquillal.

How could I’ve taken this for granted? As a kid, my father took me to a lot of places in Costa Rica so after a while I started believing I’d seen it all. I longed for Europe and traveled there then, came back not really knowing if anything was left for me in this land. This is when I find out I’ve lived my life in no less than paradise. The heath hugged me, the kindness of the people made my days brighter, and the peace I found taught me that although I was able to see the beauty in another places, I had given my soul to this land long time ago. The culture of double standards, of widely accepted mediocrity, and blatant face saving still bugs me. I still criticize and condemn the lack of interest of the population in vital political and environmental matters. Nonetheless, I want to be here, and though my heart is scattered around the world with the people I love, the part that I still keep is in love with this place. I’ve been suspecting I was hopelessly surrendered to Costa Rica since I started my trips around the country once I came back, but it has been these days of waking up with the sound of the waves, contemplating the dusk with the sound of the howling monkeys in the back, and the walks in the night through a shimmering green field of fireflies that has convinced me of being in the right place. While essentially remaining a city boy, I’ve been able to venture in the cloud forest, to witness the silent majesty of a volcano, to run two miles in the beach to see a huge leatherback nesting in the Caribbean, to see the sun rising in different coasts, to live at the foot of a mountain with the shape of a sleeping Indian… I’ve been living to the fullest and rediscovering a place where I completely wrongly thought once that I did not belong.


domingo, 27 de septiembre de 2009

Una reflexión interesante para todo tipo de novelista aspirante.

Hace unos días, en medio de una cena con pizza y vino en la casa de alguien a quien apenas conozco, se apareció ante mi el libro de la Casa de los Espíritus de Isabel Allende en una edición especial de la Editorial Sudamericana que incluía un libreto con dos relatos inéditos de la autora. Uno de ellos era más como una reflexión y se titula "El oficio de contar" y no pude evitar apropiarme de él y pedir permiso para traérmelo esa noche. El relato cuenta la experiencia de la autora, no en términos cronológicos sino líricos, en tantos años de traer personajes y mundos a la vida. Si alguien alguna vez se ha sentado frente a su monitor (seamos más romanticos, digamos ante una hoja de papel en blanco) con mil historias brotando de su mente y una vida mortal y efímera para contarlas, al leer la experiencia de esta autora se sentirá identificado. El texto trata de una gama de preocupaciones que le conciernen solamente a los escritores como la inspiración, la reconciliación entre la realidad y la fantasía, el oficio de contar, el abismo entre géneros literarios, entre otros.
La reflexión no se extiende por muchas páginas, por lo que vale la pena buscarla y leerla para sentirse orgulloso de la misión de contar. Estoy casi seguro de que la próxima vez que esté atascado en mi escritura, sin inspiración ni pizza y mucho menos vino, voy a tener el relato ahí en mi mente para cobrar fuerza y continuar este vida que me eligió a mí en el más maravilloso de los desastres.

miércoles, 8 de abril de 2009

Reescribir...


Cuando comencé a escribir tenía diecisiete años, una vaga idea de una trama contaminada por elementos autobiográficos, un conjunto de personajes casi calcados de un Final Fantasy y (la cereza para el pastel) un manejo pobre del español. No obstante, tras la muerte de mi papá me paré firme con mi desición de hacer algo por mi vida que dejara legado y dije: "¡Yo seré novelista!". Desde entonces empecé a escribir con más constancia y dedicación. Complementaba mis horas de ideas con estudio del español; el cambio de carrera en el 2006 me ayudó inmesurablemente a comprender la importancia de sustentar la creatividad con oraciones significativas y gramaticalmente correctas. Pero seguía el asunto de la trama ahí, en el aire... A principios del 2007, tras un período de insatisfacción con el argumento central, tomé las 200 páginas que había escrito en Word y tras hacer la selección de texto presioné el botón "suprimir". Desde entonces tantos personajes han corrido la suerte del primer escrito, la trama ha dado giros que nunca habría concebido con mi mentalidad de adolescente y Sagas sigue evolucionando. Tantas veces había escuchado esto y nunca le daba crédito: Escribir es, en realidad, reescribir hasta estar satisfecho del resultado. El viaje de Teok no se ha detenido por fortuna, pero me ha costado recuperar esas 200 páginas que había creado incialmente. Las personas me preguntan por mi novela porque en cinco años no han visto nada, pero talvez ignoran que reescribir la novela no es solo superar la idea y la redacción inicial, sino implica casi crear todo de nuevo. La paradoja del asunto es que si, reescribir hace la tarea más difícil, pero dejar de escribir sencillamente anula la tarea, entonces hay que seguir en el camino cuesta arriba. Esta nota no tiene ningun objetivo específico, solo quería compartir un pensamiento ahora que estoy a las puertas de llevar a Teok ante las autoridades de Rihem y me di cuenta de todo lo que debo cambiar. Deseenme suerte al REescribir.

jueves, 12 de marzo de 2009

Espacio inútil

El espacio es sólo espacio, una palabra, un sobrante
una sombra o una línea delimitando el lugar inútil donde ya no estás
un agujero engullendo mi delirio de ver como te materializás
en el espacio que es solo espacio, una palabra, un sobrante

La cama es un instrumento, una tortura, nunca un refugio,
una reunión de doseles asperos y recuerdos abrasantes, pero aun falta tu figura
un lecho frío de veladas sin el calor de tus piernas, termino aborreciendo
esa cama que solo es instrumento, una tortura, nunca un refugio

Las voces sólo son ruido, lamento indescifrable, castigo auditivo
oraciones y sermones lejanos carentes de tu entonación, tu acento, tu risa
No se asoma en mi corazón la verdadera alegría que provocaban tus susurros,
son solo voces o más bien ruido, lamento indescifrable, castigo auditivo.

Mis labios solo son eso, herramienta del cuerpo, anatomía
piel sonrosada ansiando el pigmento rojo resultante de su encuentro con vos
mi universo no gira ni se expande lejos de tu boca, no hay explosiones
cada vez que mis labios son solo eso, herramientas, anatomía.

El calor es sólo física, terminología, una definición
un sueño del efecto del sol, sólo una idea de estar despierto en tu ausencia
no sube mi temperatura, solo a mi cabeza cuando me enoja el espacio inútil
lleno de calor que es sólo físcia, terminología, una definición

El espacio es solo espacio, habladuría, concepto absurdo
recordatorio del lugar donde te entroné junto a mi cuerpo en verano e invierno
el espacio donde mi mente seguirá evocando tu fantasma
inútil espacio que es solo eso, un inútil eso, un nada.

martes, 11 de noviembre de 2008

Una crítica y un cuento de Númenor - mientras viva el árbol blanco

Dado que la fecha del festival de la Sociedad de Tolkien de Costa Rica coincidia con mi semana festiva, decidi involucrarme de lleno en la celebración de los seguidores costarricenses de uno de los mejores escritores que ha exisitido. Uno de los concursos consistia en enviar un cuento de una extensión mediocre adaptado a la Tierra Media y a la cosmología de Tolkien. Debido a que sólo nos inscribimos dos participantes, el concurso se declaro desierto. Mis amigos me han indicado que me lo estoy tomando muy a pecho pero ¿no son dos trabajos suficientes para declarar un ganador? ¿Cuantos más esperaban recibir en un país de sequía de creatividad? En todo caso, ya que el festival tuvo poco que ofrecer (excluyendo los conciertos, el ambiente moría) y que puse mi empeño en redactar este cuento, deseo publicarlo acá como medio catártico de liberación y a la espera de que alguien se entretenga leyéndolo. El único problema es que para entenderlo, se necesita la previa lectura del Silmarillion.


Mientras Viva el Árbol Blanco


La columna del humo negro de la muerte se aparecía de nuevo en el horizonte con el fuego del sacrificio a sus pies; el punto más alto de la ciudad ardía abrasado por un infierno comparable al desastre causado cada atardecer por las águilas de Manwë. El mundo estaba por cambiar.

Levanté mi mirada a la colina de Armenelos y tras ver a un tropel de soldados excitados corriendo en estampida hacia el este de la ciudad, mi corazón supo inmediatamente que el momento de nuestra huída había llegado.
- ¡Hacia los barcos! - ordenó el Isildur con su tono de voz semejante al sonido del cuerno.

La pequeña multitud de hombres fieles a su alrededor no tardó en acatar el mandato y se apresuraron a correr ciudad abajo. No obstante yo, absorto en las visiones de rojo fulgor y cenizas que iluminaban lánguidamente el rostro del descendiente de Elros, no pude moverme. Ahí estaba el capitán Númenóreano de alta estatura ondeando su espada en lo alto con su mano derecha y sosteniendo el contenedor con el vástago de Nimloth, el árbol blanco, con su izquierda. Se mostraba con un brío inagotable y semblante impasible a pesar de su turbación: el humo del templo coronado en plata anunciaba la inmolación del amado Elendil. Yo conocía el dolor de la pérdida de seres amados en aquella época oscura; la persecución de opositores del culto de Morgoth había llevado a mi padre y hermanos a desfilar colina arriba hasta llegar al terrible ritual de sacrificio a manos del mismo Sauron.

- ¡Vive la casa de Amandil por siempre! - le grité desde mi ubicación al otro lado de un callejón y no pude evitar acercármele con grandes zancadas por entre los ciudadanos en movimiento - ¡Sirva mi espada al único heredero de la corona alada! - exclamé con una sencilla hoja metálica en el aire mientras las lágrimas anegaban mis ojos antes de impactar de lleno el suelo adoquinado.

Isildur dirigió su atención hacia mí y realizó un escrutinio de mis ojos. Podría haberme reprendido por lo inútil de mi acción. ¿En que ayudaba mi manifestación de sentimientos en aquel momento de apuro? No obstante aquel señor de linaje real, haciendo muestra de su afamada mansedumbre, extendió el pequeño retoño del árbol de los reyes hacia mí y me habló con la calidez de la estrella del día.

"Nos extiendan su gracia los Valar en esto: en que, si hoy salimos con vida, haya siempre entre los hombres un líder de la casa de Elros quien preserve la valía de los hijos de Ilúvatar, otro hombre dispuesto a alzarse en armas por el bien de sus hermanos y un árbol de Nimloth el bello floreciendo incorrupto en lo alto de la ciudad".

Mi pecho se inflamó con la brasa de la justicia y mi sollozo se detuvo de inmediato. Ciertamente la pérdida de héroes no implicaba el fin de los hombres valerosos bajo la estrella de Eärendil. Después de todo, vivía aun el árbol blanco y quizá alguna esperanza de un futuro brillante para los Númenóreanos.

Un fuerte y sonoro viento comenzó a impulsarnos hacia los puertos y el dosel negruzco del atardecer se cernió sobre nosotros. Isildur me hizo una seña y con prontitud reanudó su marcha hacia el este. Yo lo seguía a tan solo unos pasos, preocupado al ver como la borrasca emergente comenzaba a azotar el frágil tallo del níveo árbol. Las capas azul y plata se arrebolaban en ocasiones por encima de nuestro dificultándonos la avanzada, pero no contábamos con tiempo para contemplaciones mínimas ahora que la estridente marcha de los guardias de Ar-Pharazôn parecía darnos alcance. Sin duda Sauron se había extasiado con la sangre de Elendil y pedía, por placer desenfrenado, la muerte del resto de sus seguidores. O al menos eso creía yo al sentir el crujir de las botas enemigas casi pisándome los talones.

Más de una vez en la distancia de varios kilómetros hasta Rómenna, nuestra compañía se abrió paso por entre los sirvientes del señor oscuro con la fuerza de las espadas. Nuestra marcha iba dejando a su paso algunos cuerpos sin vida tendidos en las avenidas de la ínsula, tanto de nuestro bando como del de ellos. Yo ya me empezaba a sentir agotado por la carrera, no obstante parecía recibir fuerzas de la imagen del retoño blanco de Nimloth en brazos de mi capitán. Conforme los trechos se estrechaban hacia los puertos, el fragor de la batalla se percibía en las alamedas vecinas; la compañía de Anárion nos había alcanzado y la moral del grupo subió al topar con tales refuerzos. Una vez más se escuchó el chasquido de los hierros de los herederos de Elendil y terminó por caer el último de los sirvientes de Sauron que nos daban cacería.

Los hermanos, sin detenerse, tuvieron un instante de conversación entre ellos y el rostro de Isildur se tornó radiante de inmediato. Nos mandaron nuevamente a abordar los navíos y entendí la alegría de mi capitán al observar entre los hombres fieles a Elendil, comandando su gente e izando las velas de su nave. ¡Había escapado! Entonces abordé uno de los nueve barcos y tras mucho tiempo de sufrir penurias me embargó el gozo y no pude evitar el llanto de alegría. Isildur, quien ahora timoneaba el barco con Nimloth siempre cerca de su corazón, tenía razón. La esperanza no estaría perdida mientras estuviese en pie un descendiente de Elros. Númenor estaría viva mientras existieran hombres justos. A donde quiera que fuésemos, siempre tendríamos la esperanza de días mejores....mientras viva el árbol blanco.


domingo, 19 de octubre de 2008

Nameless - Mi primer poema en inglés

Who lights the sun in my everlasting dusk

And talks to me, breaking my serenity?

Who wakes me up with scent of musk

And finishes my illusion of eternity?


Was it heaven or hell? The question arises

What summoned me abruptly to strange existence?

What dragged me out of the womb? What a crisis!

What a show! What a struggle! A war with no resistance!


Who’s the cub conceived in solitude?

Where’s the pride of this lion in shame?

Where’s the power of this king in servitude?

Where’s the crown, the poise, the name?


Forsaken shelter that homeless have rejected

Banned words from a language never spoken

The one heir that the emperor has neglected

I’m worth an oath long ago broken


Angels, Angels, behold my comedy!

The story of the newborn abandoned son

Existence surrounded by vain tragedy

Don’t ask for a name for I have none


Call me, divine! Call me for salvation

But in the Book of Life I’m not listed

Call me, doomed! Call for condemnation

Though my soul has never existed

miércoles, 3 de septiembre de 2008

¿Que ha pasado en el mundo de este escritor?

La Magia de este mundo se dedicó a cambiar todos mis planes durante las vacaciones. ¿Dije que no iba a hablar inglés y que me iba a refugiar en las letras? ¡Pues apenas creo haber hablado español! Estas vacaciones viví al extremo, viví como nunca antes. Viajé, amé, sufrí, amé más intensamente, reí... no me podría quejar ni en un millón de años de todas las experiencias vividas en mes y medio (o inclusive más, ya que algunas personas importantes en mi vida aparecieron algo antes de los días libres).
Ahora, todo lo anterior está muy bien. Pero ¿no es escribir acaso parte de mi felicidad también?
Sí, lo es. y me alegro de no haberlo dejado de hacer. No obstante, mis vacaciones no las pasé entre letras y temo haber fallado con muchas metas fijadas previamente. Bueno, aparte del reporte del estado acontinuación, he de admitir que escribi un cuento muy muy corto en inglés y que me siento orgulloso de él.

Una historia de Magia: ¿Capitulo 11? Hasta la fecha me encuentro trabajando en el capítulo 4 y en el material complementario para reforzar la mitología de Sagas. ¡Pero va saliendo! y estoy tan satisfecho de la calidad de la redacción sin revisión...

La habitación del Gato de Cheshire: llevo un 50% completado. Es la tercera semana desde que el protagonista conoció a Cheshire y su mundo nunca había estado tan cuesta arriba. ¿Podré terminar este proyecto antes de fin de año? ¡Que me castiguen si no lo hago!

El valle viviente: Puede ser que el proyecto termine formando parte de la mitología de Sagas y lo incorpore a los relatos de Terión. En ese caso, nunca saldría a la luz como un cuento independiente. Sí, el valle viviente no está tan vivo después de todo.

Nuevo Proyecto: Aun no lo bautizo, pero el proyecto tiene vida y se postula a ser mi primer libro completo. ¿Detalles? El protagonista, un joven de 21 años llamado Isaí, busca forjarse una nueva identidad dentro de la monotonía de la vida en San José. ¿Extensión? 16 capítulos tentativamente, de ellos el primero se encuentra completamente listo y el segundo capítulo está en construcción. Este segundo capítulo es, tal vez, el más dificil de escribir (es ya común para mi que los capítulos "2" sean un dolor de cabeza), pero estoy seguro que apenas lo termine, los demás fluirán naturalmente. Para este proyecto no dispongo de mucho tiempo. Relata el ahora y el reloj si es su enemigo. ¡A correr con la redacción!

Relatos de una mente perversa: Estoy siendo tan celoso con mi primer thriller que he decidido postergarlo hasta fecha indefinida. ¿La razón? Estoy tan enamorado de cada uno de los personajes que siento que me falta algo de madurez como escritor para crear todo ese ambiente que ellos se merecen. Necesito aprender a crear tensión insoportable y momentos capaces de quitar el aliento. Necesito encubar más pensamientos oscuros...

Mi siguiente blog no será una actualización de mi vida como escritor (no quiero convertir esto en un tablón de actualizaciones). Intentaré publicar algo nuevo; mis fantasías siempre son gratis y vienen con papel de regalo.